Inician demolición en Ala Este de la Casa Blanca para construir salón de baile por orden de Trump

Publicado: 21 oct 2025, 07:40 GMT-5|Actualizado: hace 7 horas

WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca comenzó el lunes a demoler parte del Ala Este, la base tradicional de operaciones de la primera dama, para construir un salón de baile de 250 millones de dólares que pidió el presidente Donald Trump, a pesar de no contar con la aprobación de la agencia federal que supervisa tales proyectos.

En algunas fotos puede verse a equipos de construcción destrozando la fachada y ventanas del Ala Este, mientras otras partes del edificio yacen en el suelo. Algunos reporteros observaron desde un parque cerca del Departamento del Tesoro, que está junto al Ala Este.

Trump anunció el inicio de la construcción en una publicación en redes sociales, y mencionó los trabajos mientras recibía a los campeones de béisbol universitario de 2025 —la Universidad Estatal de Luisiana y su campus en Shreveport—, en la Sala Este. Hizo notar que el trabajo estaba ocurriendo “justo detrás de nosotros”.

“Tenemos mucha construcción en marcha, que podrían oír de vez en cuando”, señaló, y añadió: “Acaba de comenzar hoy”.

La Casa Blanca ha seguido adelante con el enorme proyecto de construcción a pesar de no contar aún con la aprobación de la Comisión de Planificación de la Capital Nacional, que aprueba trabajos de construcción y renovaciones importantes en edificios gubernamentales en el área de Washington.

Su presidente, Will Scharf, quien también es el secretario del personal de la Casa Blanca y uno de los principales asesores de Trump, dijo en la reunión de la comisión en septiembre que la agencia no tiene jurisdicción sobre la demolición ni sobre trabajos de preparación de sitio para edificios que estén en propiedad federal.

“En esencia, lo que manejamos es construcción, edificación vertical”, manifestó Scharf el mes pasado.

No estaba claro si la Casa Blanca había presentado los planes del salón de baile a la agencia para su revisión y aprobación. La residencia presidencial no respondió a una solicitud de comentarios, y las oficinas de la comisión están cerradas debido al cierre del gobierno.

Cuando se anunció el proyecto en julio, el presidente había dicho que el salón de baile no interferiría con la mansión en sí.

“Estará cerca, pero no lo tocará, y respeta totalmente el edificio existente, del cual soy el mayor admirador”, dijo sobre la Casa Blanca.

El Ala Este alberga varias oficinas, incluidas las de la primera dama. Fue construida en 1902 y ha sido renovada a lo largo de los años, incluido un segundo piso que se le añadió en 1942, indicó la residencia presidencial.

Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, indicó que esas oficinas del Ala Este serán reubicadas temporalmente durante la construcción, y que esa ala del edificio será modernizada y renovada.

“No se derribará nada”, manifestó Leavitt cuando anunció el proyecto en julio.

Trump insiste en que los presidentes han deseado un salón de baile así durante 150 años, y que él está añadiendo el enorme espacio de 8,360 metros cuadrados (90,000 pies cuadrados) con paredes de cristal porque la Sala Este —que es la más grande de la Casa Blanca, con una capacidad de aproximadamente 200 personas— es demasiado pequeña. También ha dicho que no le gusta la idea de recibir a reyes, reinas, presidentes y primeros ministros en pabellones en el Jardín Sur.

Trump indicó en el anuncio en redes sociales que el proyecto se completaría “¡sin costo alguno para el contribuyente estadounidense! El Salón de Baile de la Casa Blanca está siendo financiado de manera privada por muchos patriotas generosos, grandes empresas estadounidenses y su servidor”.

El salón de baile será el mayor cambio estructural en la mansión ejecutiva desde la adición en 1948 del Balcón Truman con vista al Jardín Sur, e incluso será más grande que la residencia en sí.

En una cena que organizó la semana pasada para algunos de los ejecutivos adinerados que están donando fondos para el costo de 250 millones de dólares, Trump indicó que el proyecto había crecido en tamaño y ahora acomodará a 999 personas. En el anuncio de julio se dijo que serían 650 personas sentadas.

La Casa Blanca ha dicho que divulgará información sobre quiénes han contribuido con dinero para construir el salón de baile, pero aún no lo ha hecho.

La limpieza de árboles en los terrenos del sur y otros trabajos de preparación del sitio para la construcción comenzaron en septiembre. Los planes establecen que el salón de baile estará listo antes de que concluya el mandato de Trump en enero de 2029.